martes, 10 de mayo de 2016

Diario derrotado



10 de Mayo de 2016


Papeles de Panamá. Por fin el acceso a los datos que hasta ayer mismo eran lujo y privilegio de un consorcio de periodistas. Pero el jarro de agua fría que ha caído en las redacciones de las islas ha sido espectacular. Nada de políticos, ni siquiera de medio pelo y tampoco de grandes empresarios. Los nombres que uno sospechaba, que corrían como rumores encendidos, se han apagado rápidamente. Todo se ha reducido a 23 direcciones en las islas, la mayoría de las cuales corresponden a avispados empresarios extranjeros, a los que nadie conoce y a los que nadie va a prestar el más mínimo interés. También es verdad que el acceso es una voladura controlada, porque antes incluso que abrieran este grifo, el mismo Confidencial aseguraba que no se podía encontrar la documentación que mató políticamente a Soria.

Una pena. Y tocando este tema de las filtraciones descomunales que han tambaleado a las élites, recordemos la primera, la de Falciani, que se gestionó mucho más secretamente y que tampoco tuvo ese impacto que prometía a pesar que el banco donde trabajó, el HSBC, no tenía muchos reparos en servir a quien sea, sin importarle de donde viniese el dinero. En nuestro diminuto universo, no hemos tenido nada parecido y lo más que se la acerca es el trabajo ímprobo que hizo la Brigada de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife del Cuerpo Nacional de Policía en las distintas causas que le tocaron en suerte, dirigidas por el ya olvidado Roldán, una figura heroica pero contradictoria, que despertaba todo tipo de pasiones, sin que por otro haya logrado hacer caer el edificio, como Will Smith en ‘Independence Day’ cuando sale de la nave nodriza de los malvados extraterrestres, en nuestro caso, toda la fauna política y empresarial de esta tierra y afirma que Elvis había salido del edificio.

Caso Bango. Con el paso de los años uno lo contempla con cierta frialdad y se da cuenta que tenía dentro de sí todo lo que eclosionó luego y que tampoco se la ha hecho justicia al policía que lo hizo posible, una figura también controvertida y singular. Su principal víctima, la familia González, pudo sobrevivirlo, pero otras causas, otras circunstancias han conseguido lo imposible y ahora Ignacio se pasea por el centro de Santa Cruz, despreciado e ignorado por todos, con montón de carpetas en la mano, para no pararse y no hablar con nadie.

Esa es otra. La caída del CCN ha pasado sin pena ni gloria por las redacciones. Un partido que consiguió estar y que finalmente cayó en las urnas, que fueron quienes lo enterraron, tras cerrarse el grifo económico que en su día los puso en la gloria. Votos y crisis económica. Acabó con ellos. Ahora los tribunales procederán a su entierro. Sorprende lo que el fiscal pide para el abogado Langa, ese que va por las costas, los Ayuntamientos vendiendo buen rollito, pero que no logra evitar que muchos se hagan cruces con todo lo que hace o deja de hacer.

Pero seguimos dando vueltas en torno a la superficie. No hay manera de hincarle el diente al régimen, ese que siempre estaba anidado en la boca de Santiago Pérez. Se escapa como una ninfa de las flechas de Apolo. ¿Cómo acabar con la superficialidad de este periodismo humillado y ofendido y hacer uno más tenso, más duro, más incisivo?. Es de agradecer. Si saliera a la calle, sería como el cuento del Emperador desnudo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario